Sobre LTV

No montes una newsletter sin antes saber esto

Muy buenas tardes de Viernes 16 de agosto de 2024.

Voy a ir directo al grano.

NUNCA, Nunca de los jamases montes una newsletter si el LTV de tus clientes se traduce en una compra única una vez y además su precio es bajo.

WTF?

Explico.

El LTV en cristiano es, todo el dinero que un cliente te trae a tu negocio a lo largo de su vida.

Un ejemplo: en el Cinesa de tu ciudad,

  • Hoy Viernes, cuando vayas a ver Deadpool se lleva lo que has pagado por la entrada + las palomitas + cocacola… (de nada por el plan)

  • Dentro de 2 meses, cuando vayas a ver Dora la Exploradora, se volverá a llevar otro tajo.

Otro ejemplo: Netflix,

  • Este mes pagas.

  • El próximo también.

  • El próximo también.

Si sumamos todo esos pagos recurrentes, hablamos del valor total que un cliente ha palmado. El LTV.

Sencillo?

Bueno, pues aquí es evidente decir que lo interesante para todo negocio es generar recurrencia, y así aumentar el LTV.

y OJOOOO, porque muchos negocios no se enfocan en esta métrica y solo piensan en ese único pago.

Entonces suelen aparecer preocupaciones como el coste por lead es carísimo o captar clientes es jodidamente una misión para Iron Man.

Cuando piensas en términos de LTV y tienes una estrategia de producto enfocada en retener al máximo un cliente adquirido, las cosas empiezan a cambiar.

En nuestro caso, nuestro LTV medio es bastante alto. Los clientes están durante meses con el servicio pagando 700 euros al mes.

Algo que hace que sea más que rentable tener una newsletter sabiendo que convertimos a 1 de cada 50 personas en la newsletter con los ojos cerrados.

Pero hay productos o servicios que no son mensuales, entonces hay que generar  upselling o recurrencia.

Otro día para eso.

Antes de irnos, para el finde te propongo un ejercicio.

Piensa si tu servicio o producto se puede comprar de forma recurrente para así aumentar el LTV.

Si no se puede, piensa en formas de agregarle valor añadido.

Y hazme caso, se puede en la mayoría de casos.

PD. En el próximo correo te cuento cómo una newsletter encaja en todo esto.